El kimchi, famoso platillo coreano de vegetales fermentados, tiene más de 300 variedades, dependiendo de los ingredientes que se usen y la región o temporada en que se haga.
El kimchi es reconocido por sus valiosos beneficios nutricionales y sus potentes propiedades antioxidantes. Está cargado de vitamina A y C, fibra saludable, lactobacilos y ácido láctico, capsaicina, alicina y carbinol de 3 índole.
Puede hacer su propio kimchi en casa; a continuación una receta básica para ayudarlo.
Use sólo vegetales frescos y orgánicos de agricultores locales.
Use coles firmes, con hojas gruesas y densas. Las variedades más ligeras con muchas hojas se vuelven una plasta que no se fermenta bien.
Pele sus vegetales para evitar el sabor amargo de la cascara.
Es libre de sazonar su fermento de forma natural a su gusto con pimientos, manzanas Granny Smith orgánicas, o chile, como el habanero (¡asegúrese de usar guantes!).
Añada verduras del mar o algas marinas para incrementar el contenido de minerales vitaminas y fibra de sus vegetales fermentadas.
Al añadir alimentos aromáticos, como cebolla, ajo y jengibre, recuerde que la fermentación multiplica el sabor, así que un poco puede hacer mucho. ¡No exagere! Unos pocos dientes de ajo de tamaño mediano son suficientes para infusionar una docena de frascos o más.
Use un fermento base disuelto en jugo de apio para acelerar el proceso de fermentación y asegurar que su fermento éste cargado de probióticos esenciales.
Asegúrese de que las verduras estén completamente cubiertas de escabeche y que llegue hasta el tope del frasco para eliminar el aire encerrado.
Deje la tapadera del frasco un poco floja ya que se expandirá por los gases producidos durante la fermentación.
No coma directamente del frasco para prevenir contaminar todo con bacteria de su boca. Siempre use una cuchara limpia al sacar lo que se va a comer.