Comer legumbres mejora nuestra capacidad para controlar el apetito y el control del peso. El magnesio mejora la capacidad de las células para responder a la insulina.
Ingredientes:
2 tazas de frijoles blancos, secos
1 cebolla grande, picada
2 tallos de apio y hojas picadas
2 1/2 cucharaditas de sal (puede reducirse)
1/4 cucharadita de ajedrea
1/4 cucharadita de mejorana
1 hoja de laurel
Una pequeña cantidad de aceite de oliva virgen, prensado en frío (para sofreír la cebolla).
Direcciones:
Remoje los frijoles durante la noche y enjuague.
Cubra bien los frijoles con agua y cocine hasta que estén tiernos (3 horas).
Saltee las cebollas en aceite de coco (o agua).
Agregue las cebollas y el resto de los ingredientes a los frijoles.
Opcional: puede agregar 2 cucharadas de harina de soya o harina blanca sin blanquear disuelta en 1/2 taza de agua si desea una sopa más espesa.
Cocine hasta que las legumbres estén muy tiernas y espesas un poco.
Nuestra receta de hoy incluye frijoles blancos, apio y cebollas. Como verá, esta sopa tiene el potencial de ayudar a la diabetes tipo 2, la prediabetes y la obesidad, especialmente cuando se siguen otras prácticas de estilo de vida útiles.
Los frijoles blancos son ricos en carbohidratos buenos y resistentes al almidón y también proporcionan una buena cantidad de proteínas. También ofrecen grandes cantidades de ácido fólico, fósforo, hierro, magnesio y vitamina B1. Los niveles bajos de tiamina a menudo se observan en personas que tienen diabetes. Las legumbres son ricas en fibra soluble que ayuda a reducir los niveles elevados de colesterol y azúcar en la sangre. Estos frijoles de aspecto normal tienen manganeso, un mineral que es esencial para muchas enzimas antioxidantes. Comer legumbres mejora nuestra capacidad para controlar el apetito y el control del peso. El magnesio mejora la capacidad de las células para responder a la insulina.
El apio tiene más de una docena de compuestos antiinflamatorios y vitamina K. (La inflamación alimenta la diabetes y otras afecciones crónicas). Cuando se usa abundante y regularmente, el apio puede ayudar a reducir la presión arterial elevada y los lípidos en la sangre (colesterol y triglicéridos). El apio es una buena fuente de varios fitoquímicos que combaten el cáncer.
Las cebollas tienen fitonutrientes que ayudan a reducir los niveles elevados de colesterol, así como compuestos antiinflamatorios, antidiabéticos y preventivos del cáncer, y poseen posibles actividades anticoagulantes.