Una dieta vegana para personas con resistencia a la insulina debe centrarse en la estabilización de los niveles de azúcar en sangre y la reducción de la resistencia a la insulina.
Día 1:
Desayuno: Avena cocida con canela y manzana.
Almuerzo: Ensalada de lentejas con espinacas y nueces.
Cena: Tofu al curry con brócoli y quinua.
Día 2:
Desayuno: Batido de espinacas, plátano, y proteína vegana.
Almuerzo: Sopa de lentejas con verduras.
Cena: Stir-fry de tofu con brócoli, zanahorias y champiñones.
Día 3:
Desayuno: Avena cocida con plátano y nueces.
Almuerzo: Ensalada de quinua con aguacate y espinacas.
Cena: Curry de lentejas con espinacas y arroz integral.
Día 4:
Desayuno: Tostadas integrales con aguacate y tomate.
Almuerzo: Ensalada de garbanzos con pimientos y espinacas.
Cena: Espaguetis de calabacín con salsa de tomate casera.
Día 5:
Desayuno: Batido de proteína vegana con espinacas y frutas.
Almuerzo: Ensalada de espinacas con aguacate, nueces y fresas.
Cena: Fideos de soba con verduras salteadas y tofu.
Día 6:
Desayuno: Avena cocida con plátano y canela.
Almuerzo: Ensalada de garbanzos con pepino, tomate y aguacate.
Cena: Tacos de aguacate con lentejas y pico de gallo.
Día 7:
Desayuno: Tostadas integrales con mantequilla de almendras y rodajas de manzana.
Almuerzo: Sopa de lentejas con verduras.
Cena: Alcachofas asadas con quinua y espinacas.
Día 8:
Desayuno: Batido de proteína vegana con frutas y semillas de chía.
Almuerzo: Ensalada de pasta integral con espinacas y tomates secos.
Cena: Salmón vegano (puedes hacerlo con zanahorias) al horno con espárragos.
Para controlar la resistencia a la insulina, es esencial enfocarse en alimentos con un bajo índice glucémico y evitar el exceso de azúcares y carbohidratos refinados. Además, el aumento de la ingesta de fibra, proteínas vegetales y grasas saludables, así como el control de las porciones, son estrategias importantes.