En México, 49.6 por ciento de la población adulta padece hígado graso no alcohólico, la principal causa de enfermedad hepática crónica que puede terminar en trasplante o cáncer, informó el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”
El aumento de la obesidad y la diabetes en los Estados Unidos está alimentando una enfermedad poco entendida pero potencialmente mortal conocida como enfermedad del hígado graso, que afecta entre 80 y 100 millones de personas, muchas de las cuales ni siquiera saben que la tienen.
Colina: es importante para la función normal y la salud del hígado, ya que ayuda a eliminar la grasa de este órgano. También ayudar a mantener la integridad de la membrana y a controlar el metabolismo del colesterol, incluyendo las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL). Se ha demostrado que la deficiencia de colina podría generar depósitos anormales de grasa en el hígado, lo que incrementa el riesgo de Hígado Graso.
La vitamina B12 y el ácido fólico también podrían ayudar a proteger. Incluso podría disminuir la progresión.
Niacinamida, que también se conoce como nicotinamida (NAM): es un precursor de la nicotinamida adenina dinucleótido (NAD+), una molécula de señalización que podría influir mucho en la longevidad. También se descubrió que la suplementación podría combatir el estrés oxidativo y reducir el riesgo de hígado graso.
N-acetilcisteína (NAC): es un precursor que se requiere para biosintetizar el glutatión. Se utiliza para tratar la intoxicación por paracetamol, en la cual se agota los niveles de glutatión y daña el hígado. Una investigación que se publicó en la revista Hepatitis Monthly también demostró que la suplementación con NAC ayuda a mejorar la función hepática en pacientes hígado graso.
Cardo mariano: esta hierba contiene silimarina y silibina, dos antioxidantes que protegen el hígado de las toxinas e incluso ayudan a regenerar las células de este órgano.
CoQ10: mantiene sus mitocondrias saludables y estimula la producción de ATP, que es la energía celular necesaria para mantenerlo con vida. Se ha demostrado que suplementarse con CoQ10, o su forma natural llamada ubiquinol, reduce el riesgo de hígado graso porque combate el estrés oxidativo y la inflamación.
Recuerde que los suplementos no sustituye un estilo de vida saludable sino mas bien un complemento, lo que incluye comer bien y hacer ejercicio. Si tiene sobrepeso, bajar entre el 7 % y el 10 % de su peso corporal podría mejorar el hígado graso, ya que disminuye los niveles de grasa, la inflamación y la fibrosis en el hígado.
https://www.milenio.com/ciencia-y-salud/higado-graso-afecta-49-6-adultos-mexico-incmnsz
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