Patrones persistentes de falta de atención, hiperactividad e impulsividad que pueden interferir con el funcionamiento diario
Sindrome del Deficit de Atencion
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno neuropsiquiátrico común que afecta tanto a niños como a adultos. Se caracteriza por patrones persistentes de falta de atención, hiperactividad e impulsividad que pueden interferir con el funcionamiento diario y el desarrollo.
Los síntomas del TDAH se dividen en tres categorías principales:
Falta de Atención:
Dificultad para prestar atención a los detalles o cometer errores por descuido.
Dificultad para mantener la atención en tareas o actividades.
Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
Olvidos frecuentes en actividades diarias.
Hiperactividad:
Inquietud o incapacidad para permanecer quieto en situaciones en las que se espera que lo haga.
Incapacidad para jugar o participar en actividades de manera tranquila.
Habla excesivamente.
Impulsividad:
Dificultad para esperar el turno en situaciones sociales.
Interrumpir a los demás durante conversaciones o juegos.
Estos síntomas pueden variar en intensidad y presentarse de manera diferente en cada individuo. El TDAH puede afectar a la calidad de vida, el rendimiento académico, las relaciones interpersonales y el desempeño laboral.
No hay una prueba única para diagnosticar el TDAH; en cambio, se utilizan criterios específicos establecidos en manuales diagnósticos, como el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales).
El tratamiento del TDAH generalmente implica una combinación de intervenciones, que pueden incluir:
Terapia conductual: Ayuda a desarrollar habilidades para manejar el comportamiento y mejorar las habilidades sociales.
Educación y apoyo psicoeducacional: Proporciona información y estrategias para el individuo, la familia y los educadores.
Una digestion pobre impide la absorcion de proteinas, vitaminas y sustancias esenciales para mantener claridad mental y tranquilidad. Otros factores son las alergias o bajos niveles de glucosa. Se deben evitar todos los alimentos procesados ya que son altos en grasa, sal, azucares, preservativos y colorantes artificiales.
La dieta juega un papel importante para restaurar el balance del cuerpo sin necesidad de recurrir las terapias invasivas como el uso de medicamentos.
Evitar chocolate, sodas y bebidas cafeinadas, y una dieta libre de gluten
NUTRIENTES DE APOYO
Beber jugo de Sabila 1 - 2 oz diarias antes de las comidas
Proteina 3 veces al dia
Aminoacidos
Minerales
Calcio
Magnesio
Zinc
Lecitina
Vitamina E
Complejo B
Vitamina A
Omega 3 - DHA
Algas: Crolera, spirulina
Ginko biloba
Probioticos
Beber agua suficiente
Luz del sol
Ejercicio